La protesta de los vigilantes de seguridad del Aeropuerto, han generado retrasos en el
embarque de pasajeros de en torno a cuarenta minutos de media, según informan fuentes de AENA.
La Terminal T-1 ha sido la más afectada, dado que es donde se congregan el mayor número de pasajeros.
El conflicto tiene su origen en la demanda de más medios de los vigilantes de seguridad, quienes afirman que la falta de personal a la que se ven sometidos, hacen la situación insostenible, dado que les genera agotamiento físico y síquico.
Precisamente ha sido en los filtros de seguridad que han de superarse antes de acceder al avión, donde se han producido las mayores colas.
La patronal acusa a los trabajadores de estar llevando a cabo una huelga encubierta, mientras estos se defienden indicando que se limitan a aplicar aquello que regula su convenio.