El mediador
en el conflicto con Iberia, Gregorio Tudela,
ha iniciado ya los contactos con las partes implicadas y el lunes se
reúne con el sindicato UGT, según han confirmado fuentes sindicales.
Tudela, catedrático del Derecho del Trabajo, ha citado a varios
representantes del sector aéreo de UGT, entre ellos su secretario
federal, Francisco Rodríguez, a primera hora de la mañana en la
Universidad Autónoma, donde es profesor.
Este sábado, el mediador se entrevistó con el jefe de la sección sindical del Sepla de Iberia, Justo Peral, tal y como anunció este último en su perfil de Facebook.
Según Peral, ha transmitido a Tudela que los trabajadores de Iberia
"sólo" podrán aceptar una solución que permita salir de estas
movilizaciones "con un proyecto de futuro y crecimiento" para la aerolínea, que respete sus puestos de trabajo y evite el desmantelamiento de su empresa.
Asimismo, ha recalcado "que cualquier solución debe contemplar un plan de futuro" en el que crean los trabajadores y puedan implicarse en él.
Justo Peral asegura que Tudela se mostró muy preocupado con "la grave
repercusión, para la economía española y la marca España, que tendría
la reducción de Iberia, su transformación en compañía 'low cost' y la
pérdida del liderazgo en las rutas a Latinoamérica".
"Me ha dejado muy claro que tanto él cómo el Gobierno consideran a Iberia una compañía estratégica para España y que en ningún caso se debe permitir su desmantelamiento", concluye.
No obstante la multinacional IAG ha manifestado que 'tumbará' cualquier acuerdo en Iberia que
"hipoteque" su capacidad de gestión en la compañía como fruto de la
mediación en el conflicto abierto entre la dirección y sindicatos, ante
las reiteradas peticiones del Gobierno español a las partes para acercar
posturas.
Esta es una de las 'tres líneas rojas' que el 'holding' se ha marcado
para seguir adelante con el plan de reestructuración de Iberia, un
ajuste que implica un ERE para 3.807 empleos y una reducción de
capacidad del 15%, con una disminución de 25 aviones en su flota (20
aviones menos en corto y medio radio y cinco en larga distancia).
Los otros dos ejes de su estrategia en los que el grupo no piensa
ceder son el desarrollo "sin restricciones" de su filial Express,
principal escollo que enfrenta a Iberia con sus pilotos, y en su apuesta
por el control de Vueling para operar a conveniencia en el mercado
español.
"Si se llega a un acuerdo que no respete estas tres líneas rojas, IAG
lo 'tumbará' en su consejo o si no en la junta de accionistas. La
compañía no va a ceder en esto", indicaron a Europa Press fuentes al
tanto de la negociación.
De hecho, el consejo de administración de IAG, que se reunirá el
próximo 28 de febrero, día en que el grupo hará públicas sus cuentas
anuales, solo vería con buenos ojos un acuerdo con "ciertas concesiones
laborales" si éstas "no hipotecan la estrategia de desarrollo marcada
por la compañía".
Iberia ya ha dicho a los sindicatos que si no hay acuerdo para el 14
de marzo comenzará a aplicar el ERE anunciado para el 19% de la
plantilla.
En el caso de que la mediación fracase y se acuda a un nuevo
arbitraje obligatorio, las mismas fuentes advirtieron del riesgo que
supondría acudir a un tercer laudo, después de que los dos ya dictados
ante el lanzamiento de Express hayan sido recurridos por la aerolínea
española.
"Si se repite el laudo, IAG reduciría la operativa de Iberia",
advirtieron, para apuntar que la compañía es "soberana" en su capacidad
de gestión. "En España se está intentando cerrar un acuerdo para
presentarlo al consejo del grupo como una política de hechos
consumados", criticaron.
Actualmente, la compañía española pierde al día 1,7 millones de
euros, lo que contribuye a deteriorar la caja, que supera ligeramente
los 1.000 millones de euros.
"Dicha caja no se puede utilizar para financiar los planes de
pensiones de British Airways", recuerdan las mismas fuentes. Desde 2008
hasta 2012, Iberia ha usado su caja para prejubilaciones, inversión en
nuevos aviones o el pago de deuda.
Iberia ha perdido más de 850 millones de euros entre 2008 y
septiembre de 2012, con unas pérdidas operativas de 262 millones de
euros en los nueve primeros meses del ejercicio.
El precio de Vueling
En cuanto a la tercera
línea roja, IAG quiere integrar Vueling en el grupo como un activo más,
para lo que lanzó en noviembre una OPA a un precio de 7 euros por acción
para hacerse con el 54,15% del capital social de la compañía que
preside Josép Piqué que no controla Iberia.
La oferta, sujeta a la condición de aceptación mínima del 90% de las
acciones de Vueling con derecho a voto, estaría por debajo del precio de
mercado, según varios fondos accionistas de la catalana. La compañía
está en su mejor momento, tras cerrar 2012 con récord de pasajeros (14,8
millones de viajeros), un 20% más.
Al respecto, las mismas fuentes indicaron que el consejo de IAG, que
ve en Vueling "un activo estratégico" para el mercado nacional, podría
subir el precio por Vueling.
Según Renta 4, el precio de la oferta debería ampliarse hasta un
mínimo de 8,5 euros por título, teniendo en cuenta que hay valoraciones
que se aproximan a 10 euros por acción.